Algunos trabajadores, muchos, por desgracia, se ven compelidos hacia el sufrimiento como forma de vida porque no quieren perdersusempleos, no quieren convertirse en parados.
La crisis no es una justificación para crear un ambiente de falta de respeto y de abuso en el trabajo, nunca lo será. Dejar indefensos a los desfavorecidos es tentador. Abusar de los que no pueden defenderse parece ser la tónica, pero no es aceptable, no puede serlo.