Llega el momento de reflexionar sobre lo que estamos viviendo. Con el sistema de escusas que se colocan en momentos de crisis es fácil despedir a alguien que no tiene cabida en una empresa tóxica.
Estamos llegando a un punto en el que la gente es incapaz de protestar, porque la protesta es una forma de significarse y eso podría llevar al despido.
Creo que no estamos haciendo bien los deberes, nadie, ni las Administraciones, ni los sindicatos ni los profesionales.
1 comentario:
Es cierto, Pedro.
Mientras que la destrucción de empleo es una consecuencia derivada de la crisis económica, favorecida, entre otras cosas por la palmaria desidia institucional, y resoluble a medio-largo plazo, el acoso es otra historia bien distinta.
Es una concatenación de hechos y actitudes tendentes, de manera premeditada y perseverante, a la destrucción de la persona, y, por extensión, a la destrucción de su capacidad profesional.
Es lo que pienso.
Encantado de leerte de nuevo. Esperando estés totalmente recuperado, recibe el más fuerte de los abrazos, amigo.
Pedro.
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