El verdadero jefe tóxico es un psicópata que se caracteriza principalmente por la carencia absoluta de empatía y por una sorprendente y pasmosa incapacidad de sentir emociones o de situarse emocionalmente en el lugar del otro. Sencillamente estos individuos no presentan remordimientos ni sentimientos de culpa por las barbaridades, atrocidades o fraudes que cometen[1].
[1] I. PIÑUEL, Mi jefe es un psicópata, Barcelona 2008, pág. 38.
1 comentario:
El jefe tóxico es un ser sin principios, carente de sentimientos positivos, frustrado a todos los niveles, y que la única válvula de escape que se le antoja para canalizar tanta miseria es la satisfacción que experimenta destruyendo a quien tiene por debajo en la escala de poder.
Seres totalmente prescindibles en una sociedad moderna y civilizada.
Abrazos.
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